Hoy soñé que todo era perfecto. Tú conmigo y yo contigo. Solos en medio de un lugar que parecía ser un mundo hecho a nuestra medida. Para ti y para mí. Allí no había absolutamente nada, solos tú y yo. Nada podía separarnos. Todo era perfecto, no quería separarme de ti, ni tú de mí. Juntos a todas horas.
Pero llegó la puta realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario